PEPE YAÑEZ ENTRA EN EL UNIVERSO DE LAS ELEGÍAS DE DUINO

Scritto da Myriam Lafuente Soler on 14/11/2020. Postato in Cultura -

ILUSTRACIONES POÉTICAS
Scritto da Myriam Lafuente Soler on 14/11/2020. Postato in Cultura



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PEPE YAÑEZ ENTRA EN EL UNIVERSO DE LAS ELEGÍAS DE DUINO
“No es que puedes, ni de lejos, resistir la voz de Dios” (R.M.RILKE)


Como los caños de tu fuente de tu curvado ramaje la savia impulsa hacia arriba y abajo y, del sueño salta, casi sin despertar, a la dicha de su logro mas dulce. Mira: como el dios en el cisne (Elegías de Duino).


Voces, voces. Escucha, corazón mío, como antiguamente solo escuchaban los santos: la gigantesca llamada los levanta del suelo, ellos sin embargo impasibles, seguían de rodillas, sin darse cuenta: así era como escuchaban (Elegías de Duino).
Miriam Lafuente Soler, giornalista spagnola (di Alicante), è collaboratrice di Agenda Viaggi in lingua originale. Ci racconterà in spagnolo, con i suoi articoli, le sue emozioni e i suoi punti vista. Una scelta inedita, che aggiunge un tocco internazionale al nostro magazine online

Milano, Italia.
En tiempos de confinamiento, de estar en casa muchas horas, podría ser un buen momento de leer a los clásicos (esos libros que todo el mundo conoce pero que nadie ha leído). Probablemente nunca dispondremos de tanto tiempo para dedicar a la lectura como tenemos en este período. El clásico que nos ocupa es Elegías a Duino, de Rainer Maria Rilke que podremos disfrutarlo o regalar estas Navidades. Un libro exquisito, editado por Pandora y con las excepcionales ilustraciones del pintor Pepe Yañez. Rainer Maria Rilke nació en Praga en la época de imperio austro-húngaro, no es alemán pues sino austríaco, aunque escribiera todas sus obras en la lengua germánica, una matización que considero digna de destaca.
El grupo Pandora edita pues la primera edición ilustrada del icónico libro del poeta en lengua alemana Rainer Maria Rilke (1875-1929). El editor de Pandora, Pedro Tabernero, pensó que el artísta sevillano era ideal por su destacado talento para colaborar en la edicición de la obra cumbre de Rilke después de haber leído un libro ilustrado por él , dedicado a la gastronomía: obra escrita en versos por el poeta jerezano Rafel Benítez Toledano, titulado Mejillones del Parnaso (Editorial EH).


¿Quién si yo gritara me oiría de entre los ángeles? Y aún en el caso de que uno de repente me estrechara contra su corazón, me desvancería ante su existencia mas poderosa (Elegías de Duino).
Las Elegías de Duino, de un poeta difícil de entender por los legos, es lo que se ha llamado un “poeta de poetas”. Las limitaciones y la insuficiencia de la condición humana y la fractura de la conciencia de la misma, así como la soledad es la música de estas elegías. No son emociones fáciles de plasmar con pinceles para pintor sevillano que acepta el desafío, siendo bien consciente de la complejidad del trabajo que emprende. Lo acoge como un reto en su carrera artística, siendo propio de un artísta el explorar libremente nuevos caminos. Había leído anteriormente Cartas a un joven poeta y quedó sorprendido por su sabiduría interpeladora e inquietante, ahora, le pedían que se metiese en la piel del poeta al escribir las Elegías de Duino.


Tal vez nos queda algun arbol en la ladera para que podamos volver a contemplarlo día tras día (Elegías de Duino).
Yañez entra en el universo de Rilke y descubre que el poeta concibió sus elegías en los acantilados que rodean el castillo de Duino en Trieste (Italia) y que se acabaron de escribir en París y Toledo, en un espacio de tiempo de diez años. El poeta se encontraba en el castillo de su amiga y protectora Marie Von Thurn und Taxis-Hohenlohe cuando un poema vino a él, como una voz que gritaba (inspiración poética): “Quien si yo gritase, me oiría desde los coros celestiales”, frase que anotó en un cuaderno. A partir de esa inspiración y hasta finalizar la obra no vivió para otra cosa, casi siempre en soledad. Pepe Yañez capta la idea de que está ante un poeta totalmente consagrado a su obra, como si de una profunda necesidad imperiosa se tratara. De ardua lectura al inicio para el pintor mas poco a poco consigue adentrarse en el universo del poeta de las diez elegías de Duino. Esta obra poética se encuentra entre las de mayor aportación a la cultura occidental del siglo XIX, y bien merecía el esfuerzo de penetrar en el mundo metafísico del poeta para convertir las palabras en imágenes con colores.


A veces, en medio de una pausa, y vuelto hacia tu madre, tan pocas veces tierna, te quiere brotar un semblante amable; pero esta expresión apenas ensayada se pierde por tu cuerpo, que la absorbe en toda su superficie…Y de nuevo el hombre da una palmada y se prepara para saltar, y antes de que sientas con más claridad que nunca un dolor cerca de tu corazón siempre al trote, el fuego que te quema la planta de los pies se anticpa a su orígen con unas cuantas lágrimas corpóreas… (Elegias de Duino).
Estas elegías son una reflexión sobre la condición humana, un poemario metafísico de una gran carga simbólica y existencial. Rilke, poeta romántico, va al fondo del alma, a las intenciones últimas que mueven a las personas a actuar. En las cartas que envió al joven poeta Franz Xavier Kappus, estudiante de la academia militar de Viena, le invita a reflexionar sobre su vida cotidiana, y que se interrogara por qué la misma le resulta pobre o insulsa: “Si su vida cotidiana le resulta pobre no la acuse a ella, cúlpese a sí mismo, dígase que no es lo suficientemente poeta como para extraerle sus riquezas. Para el verdadero creador no hay pobreza ni lugares comunes”. Esta interpelación no deja indiferente a un lector con alma de artísta como Pepe Yañez quien vive por y para la pintura: acaba de estrenar estudio cerca de Sevilla capital, en pleno campo, lejos del mundanal ruido para dedicarse a su profesión. El artista se impregna de la sensibilidad del poeta, antes de ponerse con el pincel a expresar con su lenguaje, la pintura las emociones que siente leyendo las elegías.


Todo ángel es terrible… No es que puedes ni de lejos, resistir la voz de Dios
Rilke interpelaba al soñador muchacho de las Cartas a un joven poeta: “Pregúntese en la hora más silenciosa de su noche: “¿Tengo necesidad de escirbir? Sumerjase en lo más íntino de su ser para obtener una respuesta, Y si fuese afirmativa, si se ve capaz de contestar a esta grave cuestión con un simple y rotundo “sí, debo”, construya entonces toda su vida en torno a dicha necesidad”. El poeta en lengua alemana interpela de una forma aguda, cortante e inquietante a cualquier artísta, de cualquiera de las Artes. Si la respuesta fuera sí, que el Arte no es un pasatiempo sino una profunda necesidad, habría que dedicar todas las energías vitales al mismo. Ante semejantes ideas de tal grandioso poeta penetra un vértigo inquietante en cualquier alma de artista. El resultado del desafío aceptado por Yañez es un centenar de ilustraciones maravillosas en aguada con ténicas mixtas, que combinan la acuarela, el guache y el acrílico. “Son pinturas que iban muy acorde con el espíritu que transmiten las elegías, que son un texto hipnótico, muy duro de inicio. Pero me tiré al agua y fuí dibujando con las sensaciones que me iban transmitiendo el texto, que tiene un lenguaje tremendamente simbólico sobre la naturaleza humana. Me atrapó profundamente y creo que se ha reflejado en las ilustraciones” comenta al respecto el artísta, que ha dotado a la obra traducida al español de un ritmo armonioso y acorde con el texto.


El pintor Pepe Yañez. Foto Vanessa Gómez
En la tarea de maquetación su editor Tabernero ha procurado que el diálogo de las imágenes con los poemas fuera el adecuado así como ha dotado de un ritmo interno a la maquetación y considera que Pepe Yañez ha interpretado muy bien la idea del libro. Este poemario de Rilke se sitúa en la coleccción Poetas y ciudades, siendo la primera vez que está dedicado a un autor que escribe en una lengua no española, hasta la fecha ha acogido títulos de Juan Ramón Jiménez, Jorge Luis Borges, Federico García Lorca, Octavio Paz, Jose Caballero Bonald y Pablo Neruda.

Rilke, un gran buscador del espíritu vivo, busca los más grandioso y excelso de la condición humana, destaca Luis Alfonso de Villena en el prólogo del libro ilustrado por Yañez. Ha sido traducido al español por el catedrático de alemán en la universidad de Sevilla Christoph Ehlers, el cual ha trabajado seis meses en la recreación del mismo (no decimos traducción porque según Rilke la poesía no se puede traducir) y ha perseguido con éxito dotar a los poemas la vivacidad que tienen en su lengua original. El resultado es un libro de finísimo gusto.

Elegias de Duino. Rainer Maria Rilke. Edición Pandora Grupo. Traducción de Christoph Ehlers. Precio 45 euros. Edición para coleccionístas, con impresión numerada en papel especial: 100 euros.